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¿Quieres estar sano o quieres no estar enfermo?

Hace poco una frase parecida a la pregunta del título de este artículo apareció en algún lado que no recordamos y nos ha hecho reflexionar un poco sobre qué es lo que realmente queremos, puesto que, aunque parecen que son lo mismo realmente no lo son y según lo que realmente queramos tomaremos decisiones en cuanto a nuestros hábitos y estilo de vida de forma diferente.  Así que te invitamos a que revises a continuación estas dos posturas.

No estar enfermo

Si lo que quieres es no estar enfermo, vas a basar tus decisiones y hábitos en prevenir y atacar los síntomas que están indicando que estas enfermo o tienes la posibilidad de enfermarte.  Por ejemplo, en el último año y tras la pandemia de miedo que hemos sentido por la posibilidad de contraer el famoso virus, el no querer enfermarnos ha sido la razón que llevo a muchos a tomar la decisión de vacunarse sin pensar en nada más, una decisión respetable, pero que evidencia cuál es nuestra prioridad.

Sin embargo, esta no solo se aplica en este caso, sino que es la que nos lleva a tomar cualquier medicamento con el fin de quitarnos la molestia que estemos sintiendo, ya sea un analgésico para el dolor, un antiácido para el reflujo, una sal de frutas para la indigestión, un ansiolítico para la depresión, un laxante para ir al baño, un somnífero para dormir y la lista puede ser interminable.  Siempre buscando una solución rápida a aquello que sabemos no está dentro de lo que se considera tener salud.

Ahora, esta mentalidad también se da incluso dentro de quienes buscamos opciones más naturales para estar saludables.  Y tal es así, que incluso a veces pensamos que un producto natural, incluidos los nuestros, por si solo va a solucionar el síntoma que creemos es el problema sin tener que hacer ningún otro cambio.

Estar sano

Si lo que quieres es estar sano tu enfoque se dirige en construir un organismo que funcione correctamente y que pueda resistir, hasta donde Dios lo permita, una posible enfermedad.  Por lo tanto, tus decisiones y hábitos se basan en trabajar a diario por darle a tu organismo lo que necesita: una alimentación esencial, la suficiente actividad física y el descanso necesario, así como en usar otros productos como los nuestros solo como coadyuvantes para obtener mejores resultados.  Sin embargo, no se limita solo a esto, sino que quienes queremos estar sanos entendemos que para lograrlo debemos también considerar el estado de nuestra alma y espíritu. Por tanto, nuestras decisiones sobre la salud física involucran cómo estamos en cada una de estas partes.

Esto por supuesto no significa que una persona que quiere estar sana no vaya a enfermar ni vaya a requerir un tratamiento médico en algún momento, o se apoye en nuestros productos (Tierra de Diatomeas, Matcha, Maqui y Butterfly Pea) para obtener una mejoría y mantenerla cuando lo requiere o desee. Sin embargo, entiende que la molestia que siente es solo una señal de que algo no está bien y desea explorar cuál puede ser la causa real para trabajar no solo combatiendo el síntoma sino solucionando la raíz del problema, que puede estar en alguna o en todas las áreas de su ser (cuerpo, alma y espíritu), aunque esto requiera cambios y sacrificios en sus creencias y hábitos.

Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

3 Juan 1:2

Para nosotras esta pregunta nos ayudó nuevamente a reenfocarnos en qué queríamos realmente, estar sanas o no estar enfermas, y en asumir la responsabilidad de nuestra decisión. Así que más allá de decir si una es buena o mala, o justificar cada posición, esperamos que también te ayude a ti a reflexionar y a tomar las mejores decisiones diarias para que tengas un desarrollo favorable en tu salud, alma y en todas las cosas que emprendas, que es nuestro deseo para ti hoy y siempre.

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