La alimentación es el primero de los tres pilares de una vidafit porque necesariamente para vivir tenemos que comer; así que no podemos desconocer que lo que hagamos en esta área va a determinar cómo funciona nuestro cuerpo, si está saludable y por lo tanto listo para los retos que se van presentando en la vida, o si por el contrario necesita sanar.
Lo primero que queremos aclararte es que, aunque nosotras llevamos en este momento un régimen de alimentación específico, el cual empezamos hace casi dos años buscando sanar problemas que se acentuaron con otro tipo de alimentación, no queremos centrarnos en qué dieta deberías llevar, porque finalmente tú debes encontrar qué funciona y qué no para el buen funcionamiento de tu organismo. Por lo tanto, nos centraremos en los motivos o intenciones por las que comes, lo cual es fundamental para que en la práctica tomes decisiones alimenticias correctamente.
¿Por qué comes?
Como ya dijimos, comer es una necesidad básica, no puedes vivir si dejas de comer. Por lo tanto, significa que Dios nos creó con la capacidad de alimentarnos con el objetivo principal de nutrirnos y mantener así nuestros cuerpos en un estado óptimo para todas las cosas que debemos hacer. Adicionalmente, nos dio el sentido del gusto para que esta experiencia alimenticia fuera disfrutable, razón por la cual nos deleitamos en los distintos sabores.
Ahora, el problema es que nos hemos apartado tanto de este diseño original que unos se dedican únicamente a darle placer a su sentido del gusto comiendo solo las cosas que les parecen placenteras, olvidando el objetivo principal que es nutrirnos. Y otros, cambian el objetivo por el cual comemos y terminan haciéndolo para lograr un cuerpo “perfecto”, cayendo así en diferentes desórdenes alimenticios y haciendo dietas yo-yo. La consecuencia en ambos casos es que la alimentación se vuelve un problema, generando alteraciones en nuestra salud fisica, mental y emocional como sobrepeso, problemas digestivos, diabetes, depresión, desordenes alimenticios, baja autoestima, etc.
Así que lo primero que debes hacer al comprar tus alimentos es preguntarte qué es lo que te está motivando a comprar eso para comer, es para nutrirte o para darle placer únicamente a tu gusto, o para obtener cierto tipo de cuerpo o peso.
No comas cuento
Ya sea para mantener o recuperar tu salud es importante saber cómo funciona tu organismo y qué alimentos son realmente los que te pueden nutrir. Así que no te quedes con «es que he comido así toda mi vida» u «otros lo comen, porque yo no». Tampoco aceptes lo primero que leas como la verdad total y única, no comas cuento.
Se trata de ser reflexivo y objetivo en cuanto a si la alimentación que estás llevando te está nutriendo, sanando y fortaleciendo tu salud o no. Hay muchos médicos, nutricionistas, coaches en nutrición e influencers que recomiendan diferentes tipos de alimentación y tu debes con sabiduría y conocimiento tomar tu propia decisión. Así que no aceptes lo que te dice una persona solo porque tiene un titulo o a esa persona le funciona o tiene un cuerpo «bonito», sino investiga a profundidad y elige tu propio camino para la sanidad de tu cuerpo, mente y emociones.
Tampoco sigas los parámetros de un régimen alimenticio como un dogma (es decir, que no cabe duda sobre lo que dicen), sin entender cuáles son los motivos o intenciones de por qué hacen o dicen que comas lo que comas. Siempre asegurate que lo que te estén indicando tenga como objetivo principal nutrirte y no el de darle placer a tu paladar o lograr un cambio físico tuyo o del medio ambiente. Y si ya te decidiste, dale tiempo a tu cuerpo para sanar y acostumbrarse a ese cambio.
Esperamos que, para empezar a construir este pilar, estos dos puntos te ayuden a reflexionar. No te afanes, los pilares se construyen con el tiempo y si lo haces con calma van a soportar el paso del tiempo y el cambio de las condiciones de tu vida.