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¿Motivos o propósito?

En esta oportunidad queremos hablar de la diferencia entre motivos y propósito.  Usualmente al inicio de cada año establecemos nuevas resoluciones o cosas que queremos mejorar de nosotros o nuestras vidas, y está bien querer mejorar, pero también es cierto que el 90% de las personas abandonan sus resoluciones en el trascurso del año, y una de las razones de esto es que se enfocan en los motivos para hacerlo como el factor que determina su motivación en lugar de enfocarse en el propósito para lo que quieren esos cambios.

Esperando que esto no te pase a ti, queremos explicarte la diferencia entre motivos y propósito, y así si ya tienes tus resoluciones puedas volver a revisarlas y ajustarlas de acuerdo con esto para que de aquí en adelante realmente logres cumplirlas.

Motivos

Cuando hablamos de motivos nos referimos a las razones o circunstancias que mueve a alguien a hacer algo, o que provoca cierta acción.  Si lo enfocamos en nuestras resoluciones de inicio de año, por ejemplo, comer más saludable o bajar de peso, o hacer más ejercicio, la «buena» razón o el por qué lo vamos a hacer puede ser porque queremos estar más saludables, y claro quien no quiere serlo si es para nuestro propio bien.

Sin embargo, realmente como no podemos medir cuan «saludables» nos vamos poniendo, para hacerlo alcanzable establecemos unas metas o motivos ocultos como llegar a cierta talla de ropa, levantar x tipo de peso o correr x distancia, lograr ver nuestros músculos marcados, tener más cola o unos brazos más grandes… todas estas enfocadas en agradarnos a nosotros mismos y en algunos casos en lograr la atención de los demás.

Estos motivos simplemente alimentan tus emociones y por lo tanto al no ver llegar esas metas de esa forma o no tan rápido como esperabas, terminas desanimándote y tarde que temprano abandonándolas.

Propósito

El propósito por el contrario se enfoca en el para qué vamos a lograr esa resolución.  Este es el combustible que nos permite tener el compromiso y energía para mantenernos en esa resolución.   En el caso de nuestros ejemplos, el propósito te lleva a ir más profundo en para qué quieres comer más saludable y poder llegar a cierta talla de ropa, o para qué quieres hacer ejercicio y lograr correr esa distancia, o para qué es importante bajar de peso y tener unos músculos marcados.

Ese propósito por el cual lo vas a hacer se convierte en un asunto tan importante que si lo postergas dañara lo más preciado que posees. Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra fundador de la logoterapia y del análisis existencial, sostenía que “encontrar el propósito consiste en encontrar la piedra angular sobre la que se apoya el edificio de tu vida”.

Por lo tanto, piensa en qué o en quién estas construyendo tu vida y si esa cosa (salud, trabajo, imagen, casa) o persona (tú mismo, esposo/a, hijos) es lo suficientemente perdurable para que valga la pena hacer o no todo lo que implican tus resoluciones.

Para nosotras Cristo se ha vuelto esa piedra angular, es por Él y para Él por quien hacemos lo que hacemos.  Él es la fuerza motriz en nuestra vida y por amor a Él queremos estar listas (aptas o en forma) para cuándo y como Él nos necesite.  Por tanto, Él nos llena de poder y voluntad y es Él nuestro propósito para comer saludable, hacer ejercicio, descansar y todo lo demás que nos propusimos este año, incluido el vender nuestros productos.

Nuestra esperanza es que puedas ser sincero contigo mismo y al evaluar tus resoluciones, también encuentres ese propósito.

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2 comentarios en «¿Motivos o propósito?»

  1. Me encanta el enfoque siempre nos han enseñado que la misión responde al ¿Por qué? y como bien lo mencionan es la justificación de las cosas, las razones o motivos como lo mencionan en el artículo, pero esto finalmente no conecta con nuestro corazón y el ¿Para qué? hacemos lo que hacemos responde a ese propósito, no es fácil de entenderlo y asimilarlo es un proceso, nuestra mente esta condicionada.
    Y si tenemos claro el para que, las cosas se darán no importa los obstáculos que encontremos en el camino.

    1. Gracias Sandra por tu comentario. Como dices asimilar nuevas formas de pensamiento toma su tiempo, pero renovar nuestra manera de pensar vale la pena si nos conduce a la verdad. Y si muy cierto, cuando tu para que esta claro, nada te va a sacar del camino 😉

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