Hace un tiempo en un post en nuestras redes sociales sobre el matcha, una persona nos escribió “No tomo sino café “Lxxx” intenso que me sabe a café café”, y esto nos ha llevado a escribir este artículo sobre la diferencia entre el café y el matcha. Si bien, como buenas colombianas crecimos como consumidoras de café únicamente, desde que empezamos nuestro camino de recuperar nuestra salud hormonal dejamos esta bebida para darnos un gusto ocasional e introducimos como parte de nuestra rutina diaria el consumo de mínimo una taza de matcha al día. Así que este artículo no se trata por lo tanto de desprestigiar esta tradicional bebida para que dejes de beberla sino queremos que conozcas por qué el matcha también puede ser una buena opción para ti, ya que incluso cuando vamos a elegir una bebida sobre otra, no solo se trata de seguir nuestros deseos o placeres sino de elegir lo que nos conviene.
Como les contamos hace mucho tiempo, empezamos a recuperar nuestra salud hormonal e intestinal de forma natural, así que como no encontramos en esa época un doctor que nos guiara por ese camino pues terminamos investigando por nuestra cuenta y probando muchas cosas (unas funcionaron otras empeoraron nuestra condición). Sin embargo, lo que si descubrimos es que el café puede aumentar los niveles de azúcar en sangre, esas fluctuaciones provocan un aumento en la producción de cortisol por parte de las glándulas suprarrenales y esos picos de cortisol son altamente inflamatorios por un lado, pero también hacen que nuestras glándulas suprarrenales pueden llegar a agotarse al tener que producir cada vez más cortisol y esto produce entre otras cosas: aumento inexplicable de peso, problemas de sueño, sensación de fragilidad emocional, depresión y/o fatiga.
El café igualmente estimula la liberación de gastrina, la principal hormona gástrica, por lo que, a personas con el intestino permeable o el síndrome de intestino irritable, puede causarle más daño al revestimiento intestinal. Como vez, afectaba los dos aspectos que queríamos mejorar de nuestra salud. Ahora si tu no sufres de problemas en estas dos áreas de tu salud, pero quieres saber más sobre como el café afecta tu organismo te recomendamos que vayas a este enlace de otra página.
¿Por qué tomar matcha?
Ahora te preguntaras, pero si igual el matcha tiene cafeína ¿por qué consumirlo?
Pues sí, estas en lo correcto, el matcha al ser de la planta Camellia Sinensis también contiene cafeína, pero su cantidad y efecto en nuestro organismo es completamente diferente. El té matcha contiene menos cantidad de cafeína por taza y además el aminoácido l-teanina le permite a tu organismo regular su tasa de absorción, brindándote energía por más tiempo, la capacidad de estar más alerta y concentrado, y al mismo tiempo tener una sensación de relajación ya que no se producen esos picos de cortisol.
Otra diferencia entre el café y el matcha es que el café es considerado ácido por tener un pH de 4.0; en contraste el matcha tiene un pH de 7.0, así que está del lado alcalino, con lo cual es más gentil con tu estómago. Además, contiene uno de los antiinflamatorios más potentes el EGCG una catequina que aporta beneficios antioxidantes y metabólicos, así como un efecto probiótico en el intestino.
Por estas y muchas razones más el matcha termino siendo vital no solo para nuestra recuperación sino para el mantenimiento de nuestra vidafit. Por último, no te pedimos que renuncies al café porque si, sino que analices tu estado de salud y decidas lo mejor para ti. Ábrete a la posibilidad de disfrutar el consumir algo nuevo como puede ser el matcha por tu propio beneficio.
Cuéntanos si ya te animaste a consumirlo y si has notado alguna de estas diferencias con el café.