Los últimos meses hemos estado hablando sobre la salud digestiva y abordándola desde los tres pilares de una vidafit: la nutrición, el descanso y el ejercicio físico. Sin embargo, si has estado con nosotras desde hace mucho tiempo sabrás que para nosotras hay un fundamento que es muy importante para que esos pilares se sostengan, la relación con Dios a través de su Hijo Jesucristo. Por lo tanto, en este mes queremos enfocarnos en la importancia de este fundamento.
La razón es que puedes hacer todo lo mejor posible en cada uno de estos pilares, pero si no tienes el fundamento correcto, aunque te sientas mejor en tu cuerpo, terminaras olvidando la razón por la que debes hacerlo y obtendrás únicamente un beneficio en algo que es temporal. Entonces, para empezar, esperamos que, si aún no tienes una relación con Dios, decidas creer que Él te creo y te ama tanto que, aunque hayas pecado como todos lo hacemos, decidió dar a su Hijo para que obtengas no solo el perdón de tus pecados sino la restauración de una relación personal con Él ahora y la esperanza de que, en Su regreso, Él enjugará toda lágrima de tus ojos, y la muerte ya no existirá. Ya no habrá más luto, ni llanto, ni dolor de estómago 😉.
Una vez tengas este fundamento en tu vida, reflexiona en estos dos puntos:
1. ¿Para quién quieres mejorar tu salud digestiva?
«Por tanto, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.»
1 Corintios 10:31
Lo más seguro es que si tienes problemas digestivos y de salud en general, se deba a que te has dado la libertad de comer, beber, hacer y no hacer únicamente lo que, según tu gusto, preferencia y la opinión tuya o de otros has considerado que es lo que se debe comer, beber y hacer. Sin embargo, cuando elegimos hacer cambios por el bien de nuestra salud, también decidimos hacerlo pensando únicamente en un beneficio para nosotros mismos. Así tanto para dañar la salud digestiva como para curarla el foco esta siempre en nosotros mismos.
Por lo tanto, el llamado es a que recuerdes esta cita, y busques no solo hacer cambios para sentirte bien o verte bien. Sino que entiendas que aun tu cuerpo le pertenece a Él y tu como buen administrador de este vas a tratarlo y cuidarlo aun comiendo, bebiendo y haciendo cosas que no serán siempre cómodas o las que más te gustan, con el fin de mostrar tu amor al dueño de tu cuerpo y no únicamente para tu beneficio.
2. No te enfoques en lo temporal
«La comida es para el estómago, y el estómago es para la comida, pero Dios acabará con ambos.»
1 Corintios 6:13
Ahora, enfocarte únicamente en lo que pones en tu boca, cómo duermes o ejercitas, o únicamente en el beneficio que tu cuerpo obtiene, significa que te estas enfocando en dos cosas temporales. Como dice la cita tanto el alimento como el cuerpo serán destruidos. El alimento ya sea dentro o fuera de nuestro cuerpo se descompone rápidamente y el cuerpo aun comiendo solo lo más saludable, ejercitándote en la medida correcta y dándole el descanso necesario, se va desgastando y tarde que temprano deja de funcionar.
Entonces, más que solo enfocarte en estas cosas debes al momento de trabajar en tu salud digestiva y general mirar lo que Dios quiere formar en tu carácter. Es decir, qué está formando en tu carácter cada decisión de lo que comes o no, lo que bebes o no, el ejercicio que haces, el tiempo y tipo de descanso que te das. Solo de esta manera a pesar de la temporalidad de este cuerpo, habrá un fruto que permanezca y tenga valor cuando te presentes delante de Dios.
Esperamos que este y cada uno de los artículos sobre salud digestiva te animen a empezar a cambiar tu estilo de vida y encuentres no solo la salud física sino también de tu alma.