Saltar al contenido

El ejercicio y la salud digestiva

En el mes anterior vimos cómo hay una relación entre el descanso o el dormir bien y la salud digestiva.  Así que en este mes queremos que veas que tu actividad física también afecta tu digestión.  La intención con cada uno de estos artículos es que veas que recuperar tu salud digestiva no se trata solo de consumir un producto, hacer un tiempo de détox o eliminar algunas cosas de tu alimentación que te sientan mal, sino que como ya hemos dicho antes debes enfocarte en los tres pilares para una vidafit (alimentación, descanso y ejercicio) de manera constante porque todos estos ayudan a construir una buena salud digestiva y en consecuencia una buena salud general.

El ejercicio físico y la composición de la microbiota

Lo sabemos, pareciera que nada tiene que ver, pero algunas investigaciones sugieren que el ejercicio afecta el equilibrio de bacterias al inhibir el crecimiento de bacterias patógenas y también promueve una mayor diversidad bacteriana beneficiosa. Ten en cuenta que la reducción de la biodiversidad en la microbiota está relacionada con diferentes condiciones, como las inflamatorias asociadas con la obesidad y las enfermedades gastrointestinales y una buena biodiversidad está relacionada con una mejora de las funciones metabólicas e inmunológicas.

Lo bueno es que en este caso también la relación es de doble vía porque algunos estudios ya muestran que algunas bacterias que viven en el intestino activan los nervios en el intestino para promover el deseo de hacer ejercicio.  Por lo tanto, es cuestión de empezar a moverte para que mejore tu microbiota y con esta llegue el deseo de hacerlo 😉.

¿Todo ejercicio es beneficioso?

Cuando se trata de salud digestiva, como en todo, el exceso puede ser perjudicial.  Ahora que esto no sea tu excusa, ten en cuenta que en los estudios se han evaluado a deportistas profesionales y aun en ellos se ha visto una mejor composición de la microbiota.  Sin embargo, ten en consideración que el ejercicio extenuante y agudo puede provocar síntomas gastrointestinales temporales, lo que puede ser problemático a largo plazo especialmente si ya tienes tu sistema digestivo comprometido.

Lo ideal, entonces, es que empieces realizando una actividad a un nivel adecuado para tu condición física, que lo hagas a una intensidad moderada, pero sobre todo que lo hagas de forma regular.  Los cambios en la microbiota se producen muy fácilmente para bien o para mal por lo que, así como rápidamente mejora, el dejar de hacer ejercicio hará que tu microbiota vuelva a desbalancearse.

«Si pudiéramos dar a cada individuo la cantidad adecuada de nutrición y ejercicio, ni muy poco ni demasiado, habríamos encontrado el camino más seguro hacia la salud».

Hipócrates

Ya sabes, si estas buscando recuperar tu salud digestiva es hora también de incluir el ejercicio como parte de tus buenos hábitos para lograrlo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *