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3 cambios cruciales para transformar tu salud digestiva

En el mes de mayo se celebra el Día Mundial de la Salud Digestiva dándonos la oportunidad como cada año de recalcar la importancia de cuidar la salud digestiva como camino de entrada para mejorar diferentes problemas de salud. Hace años, nosotras mismas enfrentamos problemas de salud hormonal y emocional, que se corrigieron cuando decidimos darle prioridad a nuestra salud digestiva. Así que como creemos firmemente que la salud general empieza en el intestino y viendo que año tras año muchas de las personas que nos contactan y buscan solucionar sus problemas de salud con nuestros productos siguen luchando por mejorar, queremos que revises sobre la posibilidad de que aún no hayas realizado alguno de estos cambios cruciales que podrían estar afectando tu salud digestiva y general. Te invitamos a revisarlos y considerar su impacto en tu bienestar.

1. Dejar de consumir agua del grifo o embotellada.

El agua de grifo, a pesar de estar regulada, puede contener trazas de contaminantes como plomo, cloro y subproductos de desinfección, además de los correspondientes residuos de las tuberías que a largo plazo pueden irritar el revestimiento del tracto digestivo, causando molestias estomacales, inflamación e incluso problemas gastrointestinales más graves a largo plazo así como afectar el sistema nervioso. Por otro lado, el agua embotellada, aunque se percibe como más pura, también plante riesgos. Los compuestos químicos presentes en el plástico de la botella, como los ftalatos y el bisfenol A (BPA), se disuelven con el tiempo en el agua y pueden interferir con la microbiota intestinal, desequilibrando así el ambiente digestivo y afectando la salud digestiva. Igualmente desencadenan efectos adversos en el funcionamiento del sistema endocrino. Así que, considera cuidadosamente tus opciones de agua potable para proteger tu bienestar a largo plazo.

2. Dejar de usar aceites vegetales de semillas para cocinar.

El aceite de maíz, soja, girasol, palma y canola, han ganado popularidad en la cocina debido a su asequibilidad y bajo contenido en grasas saturadas. Sin embargo, es esencial entender su impacto en la salud teniendo en cuenta que estos aceites son predominantemente ricos en ácidos grasos omega-6, en comparación con los beneficiosos ácidos grasos omega-3. Este desequilibrio en la ingesta de estos ácidos grasos esenciales puede tener consecuencias negativas para la salud digestiva al aumentar la inflamación crónica, que aumenta el riesgo de enfermedades gastrointestinales como la enfermedad inflamatoria intestinal y el síndrome del intestino irritable al dañar el revestimiento del tracto digestivo y comprometer la absorción de nutrientes. La inflamación crónica también aumenta e riesgo de diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas. Considera alternativas más saludables, como los aceites de coco, las grasas animales para cocinar y el aceite de oliva para aderezar, ya que tienen un perfil más equilibrado de ácidos grasos y ofrecen beneficios para la salud a largo plazo.

3. Dejar de utilizar sartenes antiadherentes.

Estos utensilios de cocina pueden estar causando más daño del que piensas. Las sartenes antiadherentes están recubiertas con sustancias como el teflón que cuando se calientan a altas temperaturas pueden liberar compuestos químicos tóxicos, como el ácido perfluorooctanoico (PFOA) y otros fluoropolímeros, en el aire y en los alimentos. Estas sustancias han sido asociadas con problemas de salud como la toxicidad hepática, la disfunción hormonal y el cáncer, a nivel digestivo con el desbalance de la microbiota, el aumento de la permeabilidad intestinal y la inflamación en el revestimiento del tracto digestivo. Además, el desgaste del recubrimiento antiadherente con el tiempo puede hacer que se liberen más sustancias químicas en los alimentos. Considera cambiar a sartenes de materiales más seguros, como el acero inoxidable o el hierro fundido, para proteger tu salud a largo plazo.

Esperamos que al considerar estos tres aspectos que quizás no has cambiado, puedas comprender cómo están impactando tu esfuerzo por recuperar tu salud no solo digestiva sino general, incluso cuando te esmeras en cuidar tu alimentación, incluyendo el uso de nuestros productos (Tierra de Diatomeas, Matcha, Maqui y Butterfly Pea), hacer ejercicio regularmente y descansar adecuadamente.

Observa si has implementado alguno de estos cambios en tu vida o si conoces otros aspectos que podrían ser igualmente importantes para tu salud digestiva. Recuerda que cada elección que hacemos, desde el agua que bebemos hasta los utensilios de cocina que usamos, puede tener un efecto acumulativo en nuestra salud a largo plazo. Prioriza el bienestar digestivo para tener un mayor bienestar general tomando decisiones informadas y cuidadosas en nuestra vida diaria.

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